Todo empezó como una broma. Siempre me quejaba de lo cansado que estaba de la hostelería, de llevar toda la vida en lo mismo y de que, en realidad, no me gustaba. Una amiga me repetía una y otra vez que probara con algo distinto: comprar algunas cositas, venderlas en TikTok y aprovechar el tirón de los seguidores que ya tenía en redes.

Siempre me negaba… hasta que un día, visitando a unos amigos en Sevilla, pasamos por unos almacenes y decidí hacer una pequeña inversión. La verdad es que no tenía ni fe ni esperanza, pero ahí comenzó todo.

Hoy, cada día Maldonado Shop crece un poquito más. Lo hago con más ganas, con más ilusión y con mucha alegría, aprendiendo y mejorando para dar siempre lo mejor de mí. Porque esto no es solo una tienda: somos una pequeña familia que disfruta con humor, cercanía y buena energía